La GeForce RTX 2080 Ti tampoco alcanza los 1080p60FPS en el Battlefield V

Hay mucha controversia con el lanzamiento de las GeForce RTX, y más cuando la GeForce RTX 2080 Ti, la gráfica tope de gama de la familia, solo sabe dar más de un disgusto a los jugadores.

Esta mañana anunciábamos que la Nvidia GeForce RTX 2080 Ti Founders Edition, que llega con un leve overclock de referencia, era incapaz de mover el Shadow of the Tomb Raider a una resolución Full HD @ 60 FPS con la tecnología Ray Tracing activada, y ahora, gracias a PCGamesN, conocemos que esto también sucedió con el Battlefield V, otro de los juegos en tener soporte para la tecnología Nvidia RTX.

El portal comenta lo que ya es algo generalizado, que sí, que la tecnología puede lucir bien si te quedas quieto a mirar los reflejos en tiempo real en todo el entorno, pero que por ejemplo, en un shooters como el Battlefield V, siempre ha importado más una alta tasa de imágenes por segundo, que meter todos los ajustes gráficos al máximo para conseguir el efecto contrario.

Lo peor no es eso, sino el concepto global de que esta tecnología parece ser un simple ensayo de algo que será un estándar en los próximos años, pero nadie quiere pagar casi 500 euros extra (para uno de los modelos RTX 2080 Ti más económicos) para jugar a 1080p @ 60 FPS con Ray Tracing, tecnología que prácticamente la totalidad de los jugadores preferiría desactivar para mejorar el rendimiento del sistema. Da la sensación de que, en vez de evolucionar y ofrecer un mejor rendimiento en paneles de mayor resolución (que también mete la VR) o tasa de refresco, se añaden cada vez más trabas para limitarnos a jugar a 1080p @ 60 FPS con el 2019 a la vuelta de la esquina.

Si a esto le sumamos que la GeForce RTX 2080 tiene un 20% menos de Giga Rays/seg respecto a la GeForce RTX 2080 Ti, es que ya ni nos podemos imaginar cómo ejecutará los juegos @ 1080p con la tecnología activa. Sin lugar a dudas, Ray Tracing ha llegado para poner de rodillas a las GeForce RTX. Esperemos que cara al lanzamiento los drivers y optimizaciones en los juegos solucionen el problema por el bien de Nvidia, ya que nadie en su sano juicio compraría una GPU de casi 1.300 euros para jugar a 1080p.