Intel entrega un Superconductor de 17 qubits a QuTech (procesador cuántico)

Intel anunció que envió un procesador Superconductor de 17 qubits (cúbits en castellano) a QuTech para la computación cuántica, su socio en investigación cuántica con sede en los Países Bajos.

El nuevo procesador cuántico fabricado por Intel, aún en fase de pruebas, cuenta con un diseño único para lograr una producción y un rendimiento mejorado. La entrega de este chip demuestra el rápido progreso que Intel y QuTech están haciendo en la investigación y desarrollo de un sistema de computación cuántica funcional. También subraya la importancia de la ciencia de los materiales y la fabricación de semiconductores para hacer de la computación cuántica una realidad.

La computación cuántica, en esencia, es lo último en computación paralela, con el potencial de abordar problemas que los ordenadores convencionales no pueden manejar. Por ejemplo, los ordenadores cuánticos pueden simular la naturaleza para avanzar en la investigación en química, ciencia de los materiales y modelado molecular, como ayudar a crear un nuevo catalizador para secuestrar dióxido de carbono, crear un superconductor a temperatura ambiente o descubrir nuevos fármacos. Sin embargo, a pesar del gran progreso experimental y la especulación, hay desafíos inherentes a la construcción de sistemas cuánticos viables a gran escala que producen resultados precisos. La fabricación uniforme y estable de qubits (los bloques de construcción de la computación cuántica) es uno de esos obstáculos.

Los qubits son tremendamente frágiles: Cualquier ruido u observación no deseada de ellos puede causar la pérdida de datos. Esta fragilidad requiere que funcionen a unos 20 milikelvin –250 veces más frío que el espacio profundo-. Este entorno operativo extremo hace que el empaquetado de qubits sea clave para su rendimiento y funcionamiento. El Grupo de Investigación de Componentes de Intel (CR) en Oregón, y los equipos de Ensayos y Desarrollo Tecnológico (ATTD) en Arizona, están llevando al límite el diseño de los chips y la tecnología de envasado para abordar los desafíos únicos de la computación cuántica.

“Nuestra investigación cuántica ha avanzado hasta el punto en que nuestro socio QuTech está simulando cargas de trabajo de algoritmos cuánticos, e Intel está fabricando nuevos chips de prueba de forma regular en nuestras instalaciones de fabricación de vanguardia”, dijo el Dr. Michael Mayberry, vicepresidente corporativo y director gerente de Intel Labs.

“La experiencia de Intel en fabricación, electrónica de control y arquitectura nos distingue y nos servirá bien a medida que nos aventuramos en nuevos paradigmas de computación, desde la computación neuromórfica hasta la computación cuántica”.

La estrecha colaboración de Intel con QuTech para acelerar los avances en la computación cuántica comenzó en el año 2015. Desde ese momento, la colaboración ha logrado muchos hitos: desde la demostración de bloques de circuitos clave para un sistema de control CMOS criogénico integrado, hasta el desarrollo de un flujo de fabricación de un “spin qubit” en un proceso de fabricación de 300mm por parte de Intel, desarrollando esta solución de empaquetado único para los qubits en superconductores.

Además, a diferencia de otros, Intel está investigando varios tipos de qubit para su procesador cuántico. Estos incluyen los qubits superconductores incorporados en este nuevo chip de prueba, y un tipo alternativo llamado “spin qubits”. Estos qubits se asemejan a un solo transistor de electrones similar en muchos sentidos a los transistores convencionales y potencialmente capaces de ser fabricados con procesos comparables.

Mientras que los ordenadores cuánticos prometen una mayor eficiencia y rendimiento para manejar ciertos problemas, no reemplazarán la necesidad de la informática convencional u otras tecnologías emergentes como la computación neuromórfica. Necesitaremos los avances técnicos que la Ley de Moore ofrece para inventar y escalar estas tecnologías emergentes.

Intel está invirtiendo no sólo para inventar nuevas formas de computación, sino también para avanzar en la fundación de la Ley de Moore, lo que hace posible este futuro.