JUMP FORCE – Review
Muchas veces, cuando sentimos que no todo está demasiado bien, cuando algo parece demasiado bueno para ser verdad, tendríamos que confiar un poco más en nuestros instintos antes de apostar nuestra esperanza en un juego. Pero es claro, ¿quién no querría ser parte de un crossover que incorpora décadas de la más prolífica cantera de personajes de manga y animé de todo Japón?
Goku, Saint Seiya, Naruto, Monkey D. Luffy, Kenshiro, Midoriya, Ichigo, y otras decenas de personajes extremadamente populares de 16 series de la revista Shonen Jump como Yu Gi Ho, Hunter X Hunter, Rurouni Kenhi, y otras más -para no mencionar a las de los personajes ya mencionados-, se juntan en un universo batido y procesado para enfrentarse a enemigos salidos de sus propios universos, que además algunos han sido corrompidos por una misteriosa entidad que los convierte casi en zombies.
Todo muy lindo, pero lo primero que hace Jump Force es alejarnos de las maravillas de las franquicias para obligarnos a fabricar un personaje genérico que no dice una sola palabra. Y quizá podría ser más o menos aceptable que nos permitan cumplir nuestro propio rol en este mundo si pudiéramos imprimirle algo de personalidad a nuestro avatar, lo cual es prácticamente imposible de entrada.
Salimos del conflicto inicial y nos metemos en un cuartel general donde se reúnen tres facciones determinadas por los estilos de combate de grupos de personajes. Tenemos a los ninjas, liderados por Naruto, los super peleadores de Goku, y finalmente los amigos de Monkey D. Luffy. Esta elección de equipo solo sirve para preestablecer un set de cuatro habilidades especiales para nuestro avatar, que heredará las de cada pequeño grupo de personajes, como el Kamehameha de Goku o el tsunami de arena de Gaara.
En definitiva, nuestro personaje termina siendo un mix de habilidades especiales y combos que se pueden encontrar en otros personajes, y peor aún, si hay algo que falla en este título es la capacidad de ofrecer variable alguna al optar por las diferentes estrellas del elenco. Es difícil inclinarse por una triada de principales cuando no hay nada más para elegirlos que su propia visual particular o los movimientos que los caracterizan.
Lamentablemente, todo esto se veía venir en las diferentes betas presentadas a través de los grandes eventos de videojuegos del año pasado, como también en la infinidad de trailers donde se mostraba a cada nuevo par de personajes agregados al plantel inicial, pero quizá queda un atisbo de esperanza para los modos competitivos online y local, donde realmente no es necesario tener un avatar para poder ser parte, y permite explorar las franquicias de forma banal y desinteresada.
En contraste con el desastroso comportamiento de la inteligencia artificial, fácilmente comprobable al iniciar un combate CPU vs CPU de personajes aleatorios, jugar contra un humano puede ser gratificante en cierto modo. El espectáculo visual de las batallas es realmente admirable aunque la decisión de pasarse al semi realismo de entornos y modelos de personaje con shading de película de Pixar sea un tanto controversial.
Como no podía ser de otra manera, las escenas cinemáticas atentan contra una experiencia de juego más o menos digna, no solo por su extensión o el uso de textos sin voces como si se tratara de un juego de Super Nintendo, sino también por lo desastroso de las animaciones de personajes. Como el costo de animar a cada uno de los 40 personajes con sus características personalidades y gestos hubiera sido muy alto, el estudio Spike Chunsoft optó por dotar a los modelos de movimientos faciales y gestos genéricos que son desplegados de acuerdo a cada línea de diálogo, aunque realmente hablar de “movimientos faciales” es una exageración.
En vez de contar con un sistema procedural como se ha visto en las escenas de mundo abierto de los Yakuza -que lejos están de ser óptimos-, Jump Force solo resuelve moviendo solo los labios y agitando los ojos de acuerdo al dramatismo que se le exija a la actuación, hito histórico logrado ya por la empresa Supermarionation en 1961, con el lanzamiento de sus aclamadas series Supercar, Fireball XL5, y la más reconocida para nuestra región, Los Thunderbirds.
Esto, en cierto modo, hace que la trama sea menos disfrutable de lo que debería, ya que se apega al estilo shonen de manera correcta -haciendo crecer nuestro personaje a través de los diferentes combates en fuerza y habilidades- pero haciendo imposible de ver por la pobre calidad de las animaciones de los personajes, y lo extraño de la mayoría de los modelos. Parecen definitivamente imitaciones de juguetes chinos de poca monta en un kiosko de estación de trenes.
A medida que se avanza, el juego comienza a subir puntos como resultado de lo vertiginoso de los combates. Los modelos son medio feos, las habilidades prácticamente genéricas, y los escenarios presentan un realismo chocante dentro de un universo de anime, pero las trompadas y las explosiones están a la altura de las expectativas, y los combos dispuestos al button mashing responden con brillantes efectos de partículas y luces. Lamentablemente, no hay lugar para las competencias profesionales justamente por su enorme inclinación hacia la accesibilidad, que si se quiere, puede jugarse hasta con una sola mano.
El enorme hub central de misiones y puntos de interés para modificar al avatar es otra de las cosas que se interponen en una experiencia agradable, más que nada por la ausencia de actividades interesantes y su enorme extensión. Funciona de forma similar a los de los Xenoverse, donde además se pueden conectar otros jugadores para interactuar y combatir, pero en forma de campaña no sirve para nada interesante.
Jump Force no es ni más ni menos que un monumento al fan service de los seguidores de la Shonen Jump, pero es una pena que la celebración de los 50 años de la editorial haya sido tan mal desarrollada. Este es un título que bien podría haber sido lanzado en episodios, en packs de personajes desarrollados con respeto por el material original, para el que seguramente miles de fans estarían dispuestos a seguir pagando para seguir sumándole contenido. Lamentablemente, su origen dentro del mismo publisher y al compartir una de sus franquicias, obliga a las comparaciones con el excepcional Dragon Ball FighterZ, que sigue sumando temas de qué hablar y grandes oportunidades de divertimento, lo cual lo deja peor parado a Jump Force, considerando su adquisición solo para grandes fanáticos de otras series que quieren ver a sus héroes y villanos en acción una vez más.
Pueden ver imágenes en 4K de todos los personajes y escenarios en este enlace, como también más videos de gameplay en 4K en nuestro canal de Youtube.
- La historia es generica pero se apega al estilo shonen
- Nada malo puede haber en tener 40 personajes para elegir
- Combates medianamente entretenidos
- Pesimo desarrollo audiovisual
- Las escenas cinemáticas
- Mecánicas demasiado genéricas
via Gaming News – PC Master Race Latinoamérica – De Pey & Dark-Gio
Deja tu comentario